(primeraedicionweb.com.ar) La salida de Patricio Lombardi del Ministerio de Cambio Climático luego de dos años en los que no cumplió los objetivos propuestos y anunciados, abre lugar a un reemplazo que, desde el punto de vista de las organizaciones ambientalistas de Misiones, debería ser democrático, participativo, abierto y transparente. No sólo la designación de nuevo funcionario sino también el plan de gestión y el método para desarrollarlo.

En este sentido, Jesús Contreras, ingeniera agrónoma, miembro del colectivo Semillas Autoconvocadas de Montecarlo y de MAELA (Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe), señaló que “lamentamos el nivel de improvisación del gobierno sobre la defensa de los intereses comunes y la vida. Traen gente que no está formada, desde mi punto de vista, que no conoce el territorio, no tiene historia ni trayectoria de lo que pasa en Misiones como pasó con esta persona”.

POR LA PUERTA DE ATRÁS. Lombardi no cumplió los objetivos que prometió al ser designado y se fue del cargo antes de cumplir dos años.

“No tenemos nada contra él pero creemos que no hay un plan de trabajo en el marco de políticas de desarrollo que pueda ser debatido y compartido con organizaciones que sabemos cómo defender la selva y con propuestas tecnológicas concretas”, remarcó.

Agregó que “lamentamos el oportunismo internacional en cuanto a estrategias de cambio climático que solo responden a seguir garantizando que los contaminantes sigan contaminando. Pagan y siguen contaminando, es una licencia”.

“Nunca fuimos convocados ni supimos de un plan de trabajo ni estrategia concreta para disminuir el cambio climático. Esperamos y seguimos esperando que exista un plan de desarrollo para bajar los niveles de calentamiento global, sin que tengan que intervenir contaminantes históricos y que podamos discutir estrategias locales con tecnologías que existen para que sea cierto que podamos proteger el ambiente y nuestro futuro como comunidad”, enfatizó Contreras.

Por su parte, Claudio Salvador, de Puerto Iguazú, opinó que “este cambio en la cartera de Cambio Climático representa una oportunidad y la prioridad debe ser: el carácter democrático que permita, a partir de una actitud social y colectiva de los misioneros, que podamos mejorar nuestro relacionamiento con las áreas naturales protegidas que deben ser conservadas y enriquecidas con la recuperación de valores olvidados”.

“Nosotros hace tres años tenemos una especial temática que es el desmonte, la desaparición de las superficies antes pobladas por la selva nativa. Hoy como vecinos de esa selva diezmada tenemos una gran responsabilidad. Entonces una cartera de Cambio Climático, vinculada al cambio climático, no puede dejar de escuchar el mensaje de la sociedad en este sentido. Fundamentalmente no puede dejar de escuchar el mensaje de los saberes ancestrales que todavía las comunidades originarias nos están enviando”, remarcó.

El guardaparque Diego Ciarmiello también se refirió al tema. En declaraciones a PRIMERA EDICIÓN indicó que “el ministerio de Cambio Climático creado a la medida de Lombardi fue redundante teniendo en cuenta que había un ministerio de Ecología precarizado, empobrecido, con enormes dificultades estructurales, que en lugar de fortalecerlo crean uno nuevo”.

“A dos años de gestión no se logró ningún avance, las criptomonedas, los servicios ambientales, no pasaron a ser más que temas de agenda en los medios pero en los hechos no se llegó a nada. Vemos esto como resultado de una mala gestión que en dos años no produjo nada positivo para el medio ambiente”, expresó.

Sobre el sucesor, remarcó que “esperamos que se fortalezcan las estructuras de gestión del medio ambiente existentes como Ecología y no se creen nuevos ministerios. De haber un nuevo referente esperamos que tenga la capacidad técnica, el conocimiento, y la capacidad de sentarse con distintos sectores sociales, ambientales, organizaciones de medio ambiente, dirigentes sociales ambientales, que se siente con nosotros a hablar de la reconstrucción de la selva, de la recuperación de los bienes ambientales”,

“Hay una gran mentira detrás de la superficie de selva que describe el gobierno, lo que hay es un millón de hectáreas de bosque secundario, de selva que ha sido desmontada, son selvas secundarias, capueras, tenemos que empezar a trabajar en agenda junto con el gobierno para recuperar la selva y los bienes naturales”, dijo Ciarmiello.

Laura Camelli, del espacio ambiental de ATE e integrante de Kaapuera expresó que “me preocupa lo que es la institucionalidad de nuestra provincia, donde con una simple renuncia damos vuelta la hoja a una opaca gestión que termina sin rendir cuentas de las acciones que debió haber hecho y que son fundamentales para nuestra provincia”.

“Mientras la ciudadanía esperaba un plan de trabajo ejecutable, con una visión de futuro que contemple todos los factores que inciden en nuestro ambiente solo pudimos conocer, y eso por los medios de comunicación, una agenda de actividades sociales, respaldada por una campaña publicitaria”, reclamó.

Por último, Camilo Barreiro, del Espacio Socio Ambiental Capioví, sostuvo que “la gestión debe ser más participativa y transparente, por ejemplo: no hubo informe público sobre la COP 26”.

Reclamó que debe haber “orden en la gestión de temas ambientales: ¿por qué Ecología hace una reunión por Bonos de Carbono y Cambio Climático hace el relevamiento de C en bosques?” se preguntó.

“Evidentemente es más importante la lucha por espacios de poder que la construcción y realización de un proyecto de gobierno y gestión ambiental participativa”, consideró.