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Con la 10 de Messi, atendió un infarto en pleno vuelo Buenos Aires-Posadas

Fué el viernes, durante un vuelo Buenos Aires – Posadas, el avión entró en una turbulencia bastante fuerte.

(primeraedicionweb.com.ar) ¡Un médico, por favor! El desesperado pedido se escuchó en la nave en pleno vuelo. Un pasajero se descompensó cuando el avión atravesaba una turbulencia. Por suerte, viajaba también un terapista misionero.

De película, podría decirse, pero fue algo muy real. Este viernes, durante un vuelo Buenos Aires – Posadas, el avión entró en una turbulencia bastante fuerte, según comentario de uno de los pasajeros y durante la misma alguien pidió ayuda a la tripulación porque una persona se había descompensado a lo que le dijeron que la misma sería atendida apenas se estabilizara la nave.

Al acudir en auxilio de la persona descompensada, se toparon con un cuadro un poco más grave de lo que pensaban porque de inmediato comenzaron a preguntar si había algún médico  y “por obra y gracia de Dios, apareció un médico terapista” de una clínica céntrica posadeña, quien de inmediato se ocupó de atender y estabilizar al hombre descompensado (de nacionalidad chilena) a quien debieron aplicarle suero y apenas aterrizó la nave en el aeropuerto posadeño, una ambulancia lo derivó a un centro asistencial para mayores estudios.

Con aplausos y de pie, los pasajeros del vuelo de Aerolíneas Argentinas que este viernes a la tardecita llegó desde Buenos Aires a Posadas expresaron su admiración y agradecimiento al médico terapista.

Con su remera de la selección y el poderoso número 10 en la espalda, el profesional (que pidió reserva de su identidad porque “cualquier colega haría lo mismo”) acudió al llamado por altavoz del comisario de a bordo preguntando si había un médico entre los pasajeros para ayudarlos a asistir a un hombre de 65 años que estaba descompensado.

“Despegamos con lluvia y después sufrimos turbulencias, todos los pasajeros estaban muy nerviosos y al borde del pánico. Una persona corrió para pedir ayuda porque este hombre estaba descompensado y, lo peor fue que el protocolo requiere que nadie se saque el cinturón hasta que se estabilice la aeronave… y eso generó aún más angustia porque no podíamos asistirlo”, confió el médico a PRIMERA EDICIÓN.

Finalmente, cuando llegó junto al paciente -un chileno con antecedentes de cardiopatías, hipertenso y diabético- “estaba con un cuadro compatible con infarto que nosotros llamamos síndrome coronario agudo”.

Con la asistencia de la tripulación y “gracias a que el avión contaba con todas las herramientas (incluido un cardiodesfibrilador y oxígeno en tubo), procedí a hacerle una vía porque el paciente saturaba al 78%, se le dio oxígeno y lo medicamos con unas drogas específicas para estos cuadros de infarto… y paulatinamente fue remitiendo el dolor de pecho y estabilizándose”, contó.

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