Salud.

Las obras sociales y la cobertura en crisis: un serio problema de los trabajadores

 El sistema público “salva” a los trabajadores de no tener que empeñar sus ingresos para conseguir un diagnótico.

(primeraedicionweb.com.ar) El Día Internacional del Trabajo trae este año (¿de pospandemia?) muchos debates que hacen al contexto argentino, tanto social como económico-financiero. En especial porque hoy tener un trabajo formal es sinónimo de “privilegio” frente al mercado informal que gana terreno. Aunque, cada mes cuando llega el momento de obtener una retribución por el esfuerzo, la capacidad de los salarios se ve erosionada por igual -para formales e informales- de manera cotidiana por la inflación.

Para el trabajador en blanco, como para su familia, una de las ventajas es la opción de cobertura de salud mucho más amplia frente a la acotada oferta que tienen los monotributistas (especialmente con las sindicales) y la ausencia de obra social para quien se desempeña “en negro”.

Sin embargo, producto del contexto antes mencionado, el sistema de servicios de salud se ha ido “divorciando” de los prestadores y, en consecuencia, muchos afiliados hoy ven las consecuencias negativas cuando se busca un médico, especialista o estudio en el ámbito privado.

Es nuevamente el sistema público -con errores y aciertos- el que “salva” a los trabajadores de no tener que empeñar sus ingresos para conseguir un diagnóstico o seguir un tratamiento. Mención especial merecen los pacientes que fueron alcanzados por el COVID-19 y sufren las consecuencias posteriores a la infección con el virus.

Los profesionales de la medicina se quejan de obras sociales y prepagas por los pagos magros y en tiempos poco convenientes. Los sindicatos aseguran que, si hubiera un salario “digno” habría un mejor aporte por obra social y, en la cadena, podrían mejorar los pagos a los prestadores.

En ese tironeo pierde el trabajador que aporta lo que la ley manda pero no consigue una contraprestación acorde al esfuerzo que significa hoy cada peso que se destina a la obra social.

Resulta frustrante pedir un turno médico, práctica, análisis o intervención quirúrgica y, al decir la obra social con la que cuenta, la única respuesta que recibe es “no hay cupo, llame el mes que viene”. Y en el peor de los casos, “el doctor/el sanatorio no trabajan con esa obra social”.

De este lamentable destino de los tiempos que corren, no se salvan ni los aportantes a prepagas onerosas donde ahora se debe pedir autorización incluso para análisis de laboratorio que antes se cubrían de manera inmediata, a la sola presentación de los carnets.

La historia parece tener un final común: el pago de un coseguro, plus o extra que las obras sociales no admiten y piden denunciar frente a un médico o especialista que lo pone como requisito para la atención. Y una Superintendencia de Servicios de Salud que ahora tiene una sede hermoseada pero, en la práctica, no mostró qué acciones fue capaz de llevar adelante en defensa de los afiliados a las coberturas sanitarias.

Mientras avance este tironeo, con un solo sector más perjudicado, el Gobierno provincial deberá incrementar de manera sostenida el presupuesto, los profesionales y la contención hacia quienes emigran por falta de cobertura.

Esta semana, un ejemplo de ello fue lo publicado por PRIMERA EDICIÓN respecto a la atención pediátrica: un solo sanatorio en la capital provincial dice atender una guardia de emergencias (de manera inconstante) por lo cual se multiplicó la demanda en los hospitales de Pediatría y Favaloro de Posadas. Es un grupo etario vulnerable, más aún en estos tiempos de afecciones respiratorias agudas.

Trabajar, esforzarse por una vida digna para la familia, no solo implica un salario acorde. También lleva consigo el acceso a la salud.

 

Semana de reclamos

Las Cámaras de Comercio que están dentro y fuera de la Confederación Económica se unieron para protagonizar dos reuniones que fueron “algo tensas” por el tenor de los reclamos.

Para algunos funcionarios provinciales, fueron hasta “inesperadas” las posturas, acostumbrados a cierta pasividad de la entidad confederada respecto a cuestionamientos. En el primer encuentro se pidieron respuestas a la Agencia Tributaria de Misiones (ATM) por la liberación de fondos millonarios del pago a cuentas por Ingresos Brutos; el enojo de proveedores con las demoras y la amenaza de no vender más en Misiones; y el incremento de la base imponible a una cifra realmente actualizada.

En ámbitos de la Hacienda pública, aunque en off estricto, dicen que la deuda no es tan millonaria aunque admiten que la ATM debe reformular sus tiempos administrativos para hacer más ágil el sistema. Sin embargo, en las Cámaras empresarias y mercantiles, esperan una respuesta por escrito antes de volver a pronunciarse.

La otra reunión fue en Energía de Misiones (EMSA), por los cortes en el servicio que se sufren en muchas localidades y que generan perjuicios en actividades y rubros. En este caso, las soluciones de mayor impacto dependen de un Gobierno nacional que no parece ordenado y con recursos disponibles para avanzar en las líneas de transmisión de energía que ya quedaron obsoletas. En ellas se requieren multimillonarios fondos para ponerlas en condiciones.

Finalmente, las Cámaras pidieron a EMSA explicaciones por las facturas de luz que fueron recibiendo en los últimos meses. Y por escrito. Hubo, en ese sentido, un compromiso de respuestas.

 

Un mensaje en un contexto complicado

Mañana, el gobernador Oscar Herrera Ahuad irá a la Legislatura para abrir el período ordinario de sesiones de la Cámara. Como es habitual, habrá discurso con mensajes hacia adentro como afuera de la renovación más allá de las cuestiones institucionales y de Gobierno que le atañen.

En medio de un contexto inflacionario, de baja inversión nacional y con el impacto social que traen aparejados, Herrera mostraría logros y acciones encausadas a sostener la actividad económica y el empleo; la salud, la educación, entre otros ejes.

Incluso, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, habría anuncios para apoyar las actividades de emprendedores: una línea de asistencia para Microcréditos Solidarios; y otra para el Fomento de la Producción y el Empleo Joven Misionero en áreas del conocimiento, mejoras en la oferta turística, a sistemas de riego y producción compost en producciones agropecuarias, radicación de empresas en parques industriales, y fuera de ellos. A estos fines se incluirían créditos bancarios con tasa subsidiada, bonificación de la tarifa eléctrica y Aportes No Reintegrables, entre otros.

En el Gobierno provincial buscarán asistir a la juventud, en una provincia con mayor cantidad de habitantes en ese rango etario, al considerar que la pobreza y la indigencia los golpean fuertemente.

Respecto a los parques industriales, Herrera confirmaría la incorporación de Argengas, que comercializa gases industriales y medicinales de alta calidad, con la última tecnología; y en tres meses a la firma norteamericana MACOMA (empresa comprometida a frenar el calentamiento global mediante la reducción de los gases de efecto invernadero y a la protección de la salud humana); y Bio Fix, dedicada a la producción de sistemas de implantes dentales número uno en el país.

En el sector del turismo, Herrera podrá mostrar la recuperación del sector luego del duro golpe que significó el cierre total por los aislamientos decretados por la Nación. En especial con los números que dejaron las vacaciones de verano y la Semana Santa, tanto en visitantes como en gasto turístico que fortalecieron las economías locales.

En Salud Pública, el mandatario pondrá énfasis en el equipamiento y ampliación de servicios en los hospitales, además de los operativos de vacunación que demandaron recursos y esfuerzos.

Aunque, dicen, no será el clásico discurso de raconto de gestión, Herrera pondría énfasis en los logros para marcar otros objetivos entendiendo que, como suele decir su antecesor (¿y candidato a la sucesión?): “la cosa no está fácil”.

Comentarios
Volver arriba