Policiales

Declaró el colono, fue imputado y continúa detenido por homicidio

Se supo que justificó su accionar porque ocurría un asalto. Jorge Martínez (44), la víctima, era su capataz.

(primeraedicionweb.com.ar) Aunque no trascendió ampliamente su declaración, se supo que justificó su accionar porque ocurría un asalto. Jorge Martínez (44), la víctima, era su capataz. Investigan si llegó al lugar amenazado por una banda de encapuchados.

El pasado jueves un hombre de 44 años murió a causa de un disparo de arma de fuego en Picada Santa Rosa. Todo habría ocurrido en una situación de robo que fue repelida por el dueño de la chacra. El autor del disparo fue llevado ayer a declaración indagatoria y aceptó hablar acerca de lo sucedido en su vivienda.

Se trata de un colono de 65 años que ante autoridades del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente señaló que se defendió de la presencia de presuntos ladrones y actuó en resguardo de su integridad física, la de su esposa y de su patrimonio.

No trascendieron más detalles de su declaración, pues el caso se maneja con estricto hermetismo a la espera de nuevo material probatorio que debe anexarse a la causa. Fue imputado por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. Continúa detenido y no se descarta que esta calificación penal sea modificada a medida que se sumen más pruebas.

En ese contexto se aguarda que hoy sea citada a declarar como testigo la esposa, quien se encontraba en la vivienda en momentos que llegó Jorge Martínez, capataz de la chacra, produciéndose su deceso a causa de un tiro de escopeta.

Toda esa situación ocurrió antes de las 17 del pasado jueves 19 de mayo y también involucró al hijo de la víctima de 23, y a otros dos peones tareferos de 20 y 18 años.

Estos tres fueron liberados al día siguiente. En su declaración señalaron una situación de presunto secuestro del que habrían sido víctimas junto a otros cuatro compañeros antes que muriera Martínez. Hablaron de un grupo de encapuchados que con armas los maniataron y obligaron a ir hacia la casa del colono a él, a su padre y a otros dos.

Querían supuestamente que actuaran como señuelos. En ese marco llegó quien resultaría víctima con su camioneta. Al ver el colono un vehículo familiar y al capataz, no tuvo problemas en salir a ver y allí se habría dado cuenta que le estaban por robar. Empuñó su arma, disparó y observó a dos sospechosos con capucha y armas que huyeron hacia una zona de yerbales, según se supo en los momentos preliminares de la investigación.

Efectivos de la Unidad Regional VIII secuestraron cables con los que se supone los malvivientes maniataron a sus víctimas. Cuando tomaron declaración a testigos de la zona, uno señaló haber visto a cuatro personas que corrían hacia la ruta 14, distante a dos kilómetros de la casa del colono. Al ver la camioneta en la que este testigo se movilizaba se escondieron entre la vegetación.

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