(misionesonlin.net) Este jueves 16 de enero de 2025, se cumple un aniversario que enlutó a Misiones y dejó una huella imborrable en el deporte regional. Hace exactamente 15 años, durante la 80ª edición del “Cruce del Paraná”, una tradicional competencia de natación que unía las costas de Paraguay y Argentina, ocho personas perdieron la vida en un trágico accidente que marcó un antes y un después en la historia del deporte local.

El evento, que reunía a cientos de nadadores y remeros, comenzó en el club Pacu Cuá, en Paraguay, con destino a la Costanera de Posadas. Sin embargo, la jornada se tornó trágica debido a un error fatal de previsión.

Sobre el canal del río Paraná, aguas abajo del punto de partida, permanecían ancladas varias barcazas utilizadas para el transporte de soja. A pesar de la evidente cercanía de estas embarcaciones, los organizadores dieron la señal de largada, desatando lo que más tarde se convertiría en una de las mayores tragedias deportivas del país.

Un día de pesadilla

La corriente arrastró a decenas de participantes hacia las enormes barcazas. Algunos lograron esquivarlas, pero otros no tuvieron la misma suerte y quedaron atrapados debajo de los cascos de acero. Ocho vidas se perdieron: Mauro Patricio Bacigalupi, Víctor Sessa, Fernando Solé Mases, Eugenio Raúl Seró, Sebastián Ruzecki, Nicolás Levequi, Manuel Leiva y Luis Saide.

Los relatos de los sobrevivientes y familiares de las víctimas dan cuenta de una caótica respuesta inicial. Franco Bacigalupi, hermano de Mauro, recordó: «Ese día estábamos retirando un auto cuando nos enteramos del accidente. Al llegar al puerto, encontramos gente shockeada, colapsada, sin saber lo que estaba pasando. Prefectura llegaba con embarcaciones dañadas y chicos que lloraban desconsolados. Luego apareció la primera ambulancia, llevando al primer fallecido. Desde ese momento, comenzó la búsqueda que se prolongaría semanas».

La tragedia evidenció graves fallas en la organización y en las medidas de seguridad. «Siempre justificaron la falta de previsión diciendo que el evento era por amor al deporte, pero lo más importante debe ser la seguridad y la salud de los participantes. Ese día, Prefectura no estuvo a la altura, y la organización permitió que jóvenes sin experiencia se inscribieran incluso el mismo día. Fue un cúmulo de errores que terminó en tragedia», denunció Franco.

La búsqueda interminable

La recuperación de los cuerpos fue una tarea ardua que se extendió durante semanas. Luis Saide, de 56 años, fue encontrado el mismo día de la tragedia, pero el resto de las víctimas aparecieron paulatinamente en distintos puntos del río. El último en ser hallado fue Manuel Leiva, cuyo cuerpo fue recuperado el 5 de febrero, cerrando un mes de dolor y angustia para familiares y amigos.

Por el accidente, fueron condenados el prefecturiano Jorge Antonio Lezcano y Hugo «Tyson» Alfonso, aunque ambos cumplieron penas reducidas. «A Lezcano lo liberaron después de cuatro años y a Tyson en apenas un año y medio. Mientras ellos siguen sus vidas, a nosotros nos destruyeron la familia», expresó Bacigalupi.

A 15 años del suceso, Misiones sigue recordando a las víctimas con cariño y tristeza. Ezequiel Garrido, artista local, les dedicó una canción titulada Ocho Guerreros, que se convirtió en un himno para honrar sus memorias.

El Cruce del Paraná, que alguna vez fue un símbolo de orgullo deportivo, quedó suspendido indefinidamente tras la tragedia. Hoy, más que una competencia, es un recordatorio de las consecuencias de la negligencia y la falta de previsión en eventos de alto riesgo.

Quince años después, las heridas no han sanado. Para las familias de los ocho fallecidos, el dolor permanece intacto, pero también su lucha por mantener viva la memoria de aquellos que perdieron la vida en las aguas del río Paraná.