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Autopsia a acusado de matar a su hijastro confirmó que se trató de un suicidio

Fue hallado en el baño de una dependencia policial en San Vicente

(elterritorio.com.ar) Daniel René Romero (36) murió a causa de un “ahorcamiento voluntario” según precisaron fuentes del caso. La madre de Atriel sigue detenida, ahora como única imputada.

La autopsia a Daniel René Romero (36), detenido en San Vicente por el infanticidio de su hijastro Atrie (4), determinó que se trató de un suicidio. Según los informes preliminares remitidos al Juzgado de Instrucción Tres local, consignan sobre “una muerte por ahorcamiento voluntario” debido a que no se detectó la intervención de terceras personas. 

Así lo confirmaron a El Territorio fuentes con acceso al expediente, quienes además detallaron que si bien el hombre presentaba otras lesiones leves, no se corresponden a las causales de muerte. De esta forma, por orden del juez Gerardo Casco, el cuerpo fue entregado a sus familiares para la correspondiente inhumación. 

Romero se encontraba en la División Custodia y Traslado de Detenidos de la Unidad Regional VIII y fue encontrado sin vida en uno de los baños de la dependencia. Según las primeras averiguaciones, el hombre se habría dirigido al sanitario en el horario que los detenidos tienen pautado almorzar.

En ese marco, transcurridos 20 minutos, sus compañeros de celda escuchaban que no se cerraba la ducha y que tampoco contestaba cuando preguntaron si estaba bien. Ante esto, se dirigieron al lugar de duchas y observaron que el interno yacía en el suelo sin signos vitales.

 

El caso

Respecto a la continuidad del caso, las autoridades judiciales ahora deberán elaborar una prescripción por fallecimiento del imputado y la madre del niño, María (21), seguirá como la única imputada en el caso. La mujer, se consignó, sigue detenida acusada de homicidio y lesiones agravadas por el vínculo, lo que prevé una pena de prisión perpetua en caso de ser considerada culpable.

Por el momento las autoridades judiciales siguen incorporando declaraciones testimoniales y aguardan medidas de pruebas, para luego determinar si hay elementos suficientes en su contra como para el dictado de prisión preventiva. Si esto ocurre, muy probablemente espere el juicio en una cárcel del Servicio Penitenciario Provincial. 

El hecho

El caso fue notificado a las autoridades de la Comisaría de la Mujer de San Vicente en la mañana del jueves 2 de mayo. Las autoridades del hospital local informaron que a las 7 ingresó la joven madre en un estado de alteración, con el niño ya sin signos vitales, quien además evidenciaba lesiones en distintas partes del cuerpo.

La médica que intervino determinó que presentaba múltiples hematomas y escoriaciones y que la madre refirió haberle “pegado demasiado”. Ante esto, y tras consultas con la Justicia se procedió a la detención de la misma. También se le realizó una extracción sanguínea para un examen toxicológico.

De todas formas, nunca se descartó la posibilidad de que el hombre haya sido el culpable del hecho. En el allanamiento en la casa de la joven se hicieron luego pruebas de luminol - en búsqueda de manchas de sangre - que arrojaron resultado positivo. Además la Policía Científica relevó huellas y se incautó un pedazo de cable color blanco, una rama chica y elementos de manicura

Al día siguiente la Policía de Misiones logró detener a Romero en una zona rural conocida como Picada Zulma, ubicada a unos 40 kilómetros de la ruta nacional 14, en el límite con la localidad de Caraguatay. El hombre, que se había fugado,  estaba alojado en una casa de la zona. Se incautó el teléfono celular del que se aguardan pericias. 

La casa donde ocurrió el hecho no es más que una habitación sin divisiones, y entre peluches y autitos de plástico la prueba de luminol detectó vestigios de sangre, lo que marca la brutalidad de la golpiza que recibió la criatura y en paralelo hace brotar la indignación de los demás inquilinos porque aseguran que, días antes, hubo un alerta que las autoridades no quisieron escuchar.

"Hace alrededor de dos semanas, durante una madrugada de los últimos fríos que hizo, escuché que el hombre se enojó y exigió a uno de los niños bañarse con agua fría porque había hecho pis en la cama", comenzó revelando Aníbal Luis Da Silva, quien vive pegado (pared con pared) a la casa que era habitada por la pareja acusada. 

Lejos de quedarse en silenció, dijo que decidió comprometerse y al día siguiente acudió a la Policía con intención de hacer una denuncia: "Fui a dar parte a la Seccional Segunda sobre la situación, sobre lo que escuché, y me dijeron 'si queres hacer una denuncia te tomamos la denuncia, pero si vamos y no es así te van a hacer una contradenuncia, por lo que vas a ir preso y tenés que pagarle por daños y perjuicios', es decir, no me tomaron en serio", lamentó, admitiendo que entendió esa respuesta como "una invitación a no meterme y a los pocos días ocurrió esto. Es imperdonable".

"Encima cuando vinieron los policías a buscar evidencia en la casa me reclamaron, que si escuché lo que escuché tenía que haber denunciado. Me puse mal, le recordé que por la actitud que tuvieron yo me hice atrás y me quedé quieto", expuso Da Silva, consciente de que "si tan solo me hacían caso, si escuchaban mi alerta y venían a ver qué estaba pasando en esa casa, seguro iban a poder salvarle la vida a esa criatura. Ahora es tarde, pero tengo hijos y me pesa un montón lo que sucedió".

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