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Cada vez menos alumnos pueden resolver operaciones básicas de matemática

De acuerdo a las últimas pruebas PISA, más del 70% de los estudiantes argentinos de 15 años no alcanza el nivel esperado y el porcentaje va en caída en cada edición del estudio.

(primeraedicionweb.com.ar) Un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación analizó los resultados de las pruebas PISA, que se realizan a estudiantes de 15 años desde el año 2020. Al evaluar conocimientos considerados esenciales, como lengua, matemática y ciencias, los últimos resultados fueron poco alentadores, principalmente en operaciones y cálculos básicos. Según este estudio, 7 de cada 10 estudiantes no lograron alcanzar el nivel esperado en matemática.

El problema es que los chicos no lograron resolver algunas operaciones de cálculos consideradas básicas y que forman parte de la currícula, no solo a nivel nacional, sino en común con otros países de la región, como Uruguay y Chile, donde Argentina quedó por debajo en los resultados. Por ello, especialistas en educación apuntan a rever qué están aprendiendo los estudiantes en las aulas, ya que cada vez menos alumnos alcanzan los niveles básicos.

De acuerdo a la prueba PISA del 2022, el 72,7% de los estudiantes argentinos de 15 años no alcanzó el nivel esperado en matemática. En comparación con otras ediciones, disminuye el número de jóvenes que comprenden ya que se evidencia una caída porcentual en aquellos que sí llegan al mínimo.

Esta evaluación internacional estandarizada contiene como máximo 30 ejercicios matemáticos, donde no todos responden lo mismo. Sucede que, la prueba, teniendo en cuenta el contexto regional del país, presenta algunos ítems “liberados”, con su grado de dificultad. Por tanto, el informe revela que los estudiantes tienen dificultades en operaciones simples para su nivel educativo, como el cálculo de proporciones en situaciones literales y abstractas, regla de tres simple y ecuaciones sencillas.

Según el desempeño observado, advirtieron que en el país solo el 27% de los alumnos logró resolver un cálculo de regla de tres simple. En otras operaciones, el informe alerta que apenas un 36% de estos estudiantes resuelve un ejercicio de proporciones con dificultad 1a, que está por debajo del mínimo requerido en PISA. Asimismo, en ejercicios nivel 2, que representan el mínimo requerido por estas evaluaciones internacionales, penas un 20% logró resolver la complejidad de los mismos.

“Abriendo la caja: ¿qué evalúa PISA en Matemática?” del Observatorio de Argentinos por la Educación planteó una situación crítica en el país, sobre todo al comparar los resultados de las ediciones anteriores, donde se evidencia un retroceso en el aprendizaje de aquellos cálculos más simples. De tal forma, buscan visibilizar la preocupación de los educadores y proponer que se tomen acciones directas, sobre todo en lo que respecta a los contenidos dados en el aula y la manera en que se desarrolla el aprendizaje.

“El enfoque actual en la enseñanza de matemáticas no está dando buenos resultados”, lamentó la licenciada en Psicopedagogía y Neuropsicología, Inés Zerboni, quien además es directora de Proyecto E. Más allá de instar a revertir esta situación, mediante acciones para la alfabetización y comprensión lectora, sostuvo que “es crucial que los estudiantes de hoy en día desarrollen competencias matemáticas, no solo para su vida académica y profesional, sino también para enfrentar los desafíos de la vida diaria”.

Por su parte, la profesora de matemática de nivel secundario y streamer, Adriana González, opinó que no cree que “sean necesarias más horas de clases de matemática, ni más contenidos en la currícula. Es necesario que, mientras los estudiantes ​ estén en clase, se pueda trabajar en lo que los diseños curriculares prescriben: situaciones problemáticas, análisis de las resoluciones, validaciones de las producciones por parte de los estudiantes, lectura y escritura en matemática”. Por lo tanto, apuntó al trabajo en el aula, donde se necesita un orden y “llevar el foco hacia lo pedagógico y lograr que todos los estudiantes aprendan matemática”.

Cabe recordar que la prueba PISA se tomó en Argentina con la participación de más de 12 mil alumnos secundarios, de 15 años, en 457 escuelas públicas y privadas seleccionadas.

En Misiones, fueron 194 estudiantes de 7 colegios los que participaron en esta evaluación, donde se tomó una muestra para representar a esta población nacida entre el primero de julio de 2006 al 30 de junio de 2017, independientemente del año que estén cursando en la escuela. Por la pandemia del COVID-19, la prueba se pospuso para el 2022, donde finalmente se tomó en septiembre de ese año.

 

Los desafíos para aprender cálculos complejos y abstractos

Sobre el informe, la docente en matemática y física Romina Busain ´remarcó “la brecha que existe entre las habilidades que se necesitan en el siglo XXI y las que se están desarrollando en nuestras aulas. La falta de pensamiento crítico, la dificultad para aplicar las matemáticas a situaciones cotidianas y la limitada capacidad para resolver problemas complejos son indicadores de un sistema que no está preparando a nuestros jóvenes para los desafíos que enfrentarán en el futuro”.

Pensando en el futuro, la profesora del departamento de Matemática de la Universidad de San Andrés e investigadora del Conicet, Marcela Svarc, analizó el impacto que tienen estas carencias en el nivel superior, donde “es esperable que mejorar la enseñanza en el nivel secundario impacte positivamente en las tasas de aprobación y en la reducción de la deserción universitaria. Sin embargo, las pruebas PISA también ofrecen un motivo de esperanza, ya que muestran una disminución en el porcentaje de estudiantes que se ubican en el nivel más bajo”.

El doctor en Física, divulgador y profesor de UTDT, Andrés Rieznik, resaltó también que “la comparación con países vecinos a la hora de evaluar los éxitos y fracasos del sistema educativo argentino es dolorosa y necesaria”. De tal forma, indicó que el informe de Argentinos por la Educación “es una evidencia más de la crisis argentina. Muestra, una vez más, que en matemática también estamos muy por detrás de Chile y Uruguay, por mencionar dos países vecinos y comparables”.

De tal forma, explicó que “una transformación profunda y revolucionaria es posible, pero solo en la medida en que la comunidad educativa y los tomadores de decisión basen sus decisiones en lo mejor de la evidencia disponible. Cuando lo hagan, con relativamente pocos recursos mejorarán la vida de millones de chicos y chicas de todo el país”.

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