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Cazadores de Brasil fuertemente armados y con logística depredan la selva misionera

Atrapan y matan desde yaguareté, puma, venados, mono carayá a tapir. Parte de la carne son consumidos o comercializados en restaurantes brasileños o enviados a Europa y Asia.

(elterritorio.com.ar) De solitarios cazadores furtivos en la selva misionera, pasaron a conformarse grupos de depredadores fuertemente armados provenientes mayoritariamente de Brasil, con uso de logística para detectar los controles y de ser necesario, resistir un eventual arresto o secuestros de sus armas. Es el escenario de alta peligrosidad que deben enfrentar los guardaparques, según afirmó el jefe del Departamento Intendencia del Sistema de Áreas Naturales Protegidas del Ministerio de Ecología, Jorge Bondar. “Estos cazadores son cada vez más violentos y poseen armas más potentes. No se entregan, sino que disparan de inmediato”, resumió Bondar. Recordó que desde 2015, el Cuerpo de Guardaparques lleva armas en Misiones.

“El armamento y los chalecos, provistos por el Gobierno provincial, son herramientas fundamentales. Sin ese equipamiento no se puede pensar llevar adelante ninguna acción ante estas organizaciones criminales”, aseguró Bondar.

Con fines comerciales

Esos conceptos fueron ampliados en diálogo con este matutino, al plantear que estos cazadores furtivos, en su mayoría provenientes de Brasil, han intensificado sus operaciones en áreas protegidas porque ya no solo cazan como una práctica antigua, sino que lo hacen con fines de comercialización. De esta manera, lo transforman en un negocio lucrativo, al vender los animales cazados a restaurantes de Brasil o destinados al comercio internacional como Europa y Asia, donde envían desde carne a especímenes atrapados desde yaguareté, puma, venados, mono carayá a tapir.

Detalló que “el mercado asiático busca en América Latina, en países como Bolivia y Misiones, huesos y colmillos de yaguareté”.

Zonas rojas

Las zonas consideradas rojas son las zonas de selvas ubicadas en sectores limítrofes con los estados brasileños de Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná. Los cazadores tienen en la mira constantemente a la Reserva de Biosfera Yabotí y a los parques provinciales Piñalito, Urugua-í y Horacio Foerster. De esta manera, las zonas más críticas abarcan “desde San Antonio, pasando por Andresito a Biosfera Yabotí, cuyos límites son totalmente permeables. El río Pepirí Guazú, en épocas de sequias es atravesado a caballo o en moto”, acotó. 

Ante tal escenario donde desempeñan sus actividades muchas veces en soledad los guardaparques, Bondar si viene reconoce que suelen contar con la colaboración de las fuerzas provinciales y federales, entiende que se requiere de una presencia más efectiva. “Tenemos casi 200 kilómetros de fronteras muy permeables y dentro de nuestros límites, estos cazadores operan hasta 15 kilómetros. Es muy difícil trabajar en la selva y rastrearlos”, observó en diálogo con este matutino.

Represalias

En forma previa, habían advertido que “si el operativo de los guardaparques sale bien, si estas personas son detenidas y expulsadas del país o sus campamentos destruidos, está el riesgo de las represalias que toman. Hemos tenido destacamentos incendiados por cazadores, como los de Foerster (también baleado) y el del Parque Provincial Esmeralda. Incluso a través de emisarios amenazan a guardaparques. Pasó en localidades como Comandante Andresito o San Pedro”.

Con logística y cómplices locales

Como muestra de que llegan para depredar todo lo que están a su alcance, señaló que “hay una red importante de gente con campamentos muy bien organizados en medio de la selva hasta con grupos electrógenos”.

Pero a su vez, advirtió la conexión local. “Los lugareños contratados ofician de guías, hacen de inteligencia para los cazadores”. El trabajo local, según el responsable del área no termina allí, “mantienen los cebaderos artificiales del monte y cuidan los campamentos dentro de la selva, para que cuando lleguen estos infractores, por lo general personas acaudaladas, tengan todo despejado”.

La campaña en Misiones

El viernes 22 en Campo Grande, el gobernador Hugo Passalacqua participó en el lanzamiento de la Campaña “En Misiones no se caza”. Desde la provincia detallaron que esa campaña se enmarca en un esfuerzo por sensibilizar a la población acerca de la protección de la vida silvestre y la convivencia armónica con el ecosistema. Según datos oficiales, en lo que va del año, se desarticularon más de 100 operativos relacionados con la caza furtiva, una problemática creciente en la provincia.

 

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