Consumo en retroceso: las ventas en supermercados y mayoristas del país cayeron en febrero y marcaron un freno en la recuperación, según el INDEC

En febrero, el consumo en supermercados creció solo 1,5% interanual y cayó 0,3% mensual.

24 Abril 2025

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(misionesonline.net) En febrero, el consumo en supermercados creció solo 1,5% interanual y cayó 0,3% mensual. En los mayoristas, las ventas bajaron 1% en el mes y se desplomaron 9,1% frente a 2024. Alimentos y limpieza retrocedieron, mientras se afianza el pago con QR.

El consumo en supermercados y autoservicios mayoristas retrocedió en febrero, cortando la mejora observada en el inicio del año. Según los datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), ambos canales de venta registraron caídas en sus índices de ventas a precios constantes, tanto en la comparación mensual como en la evolución interanual.

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En los supermercados, el indicador desestacionalizado de ventas mostró una baja del 0,3% respecto a enero, mientras que el dato interanual arrojó una suba de 1,5%, que significó una desaceleración respecto al 4,1% que había mostrado enero. Por el lado de los autoservicios mayoristas, la caída fue más pronunciada: las ventas reales bajaron 1% en comparación con el mes anterior y se desplomaron un 9,1% frente a febrero de 2024, consolidando una caída acumulada del 9,8% en el primer bimestre del año.

El freno en el consumo se produce en un contexto de fuerte ajuste económico, con una inflación aún elevada y una pérdida del poder adquisitivo que empieza a reflejarse en la composición del gasto y en las preferencias de los consumidores.

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Caídas en productos básicos, subas en electrónica e indumentaria

El análisis de la evolución por rubros permite observar cómo cambian las prioridades del consumo. En supermercados, los mayores incrementos interanuales se dieron en “indumentaria, calzado y textiles para el hogar” (93,7%), “electrónicos y artículos para el hogar” (82,5%) y “alimentos preparados y rotisería” (81%).

A pesar del avance de estos segmentos, su peso en el total sigue siendo reducido. En cambio, los rubros más significativos como “almacén”, “bebidas” y “artículos de limpieza y perfumería” crecieron por debajo del promedio general y en términos reales muestran estancamiento o retroceso.

En el canal mayorista, donde predomina el abastecimiento para pequeños comercios y el consumo por volumen, la tendencia fue aún más adversa. Si bien se destacaron subas de dos dígitos en rubros no alimenticios como indumentaria (135,8%) y electrónica (74,3%), el conjunto de los productos alimentarios tuvo un comportamiento negativo.

Las ventas de “almacén” crecieron 29,7%, “bebidas” 45,4% y “lácteos” 41,1%, pero todos estos incrementos quedaron por debajo de la inflación acumulada interanual, lo que refleja una merma en cantidades vendidas.

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La transformación en los medios de pago

Otro de los puntos salientes del relevamiento del INDEC fue el comportamiento de los medios de pago. En ambos canales, las operaciones con dinero en efectivo perdieron terreno frente a las modalidades electrónicas y digitales.

En supermercados, las ventas con tarjeta de crédito representaron el 44,4% del total en febrero y aumentaron 64,9% interanual. Le siguieron las tarjetas de débito con un 27,8% de participación y un alza de 32,6%. Pero el dato más significativo es el de “otros medios de pago”, que agrupa opciones como QR, gift cards, ticket canasta y vales: este segmento se duplicó en un año, con un crecimiento del 123,9%, y ya explica el 11,4% de las ventas.

En los autoservicios mayoristas, el fenómeno es aún más marcado. Las ventas con medios de pago alternativos crecieron 97,6% y ya representan el 27,6% del total, apenas por debajo de las tarjetas de crédito (29,1%). Las operaciones en efectivo, en cambio, cayeron un 9,3% respecto a febrero de 2024, una señal del desplazamiento de este medio tradicional.

El consumo muestra fatiga

Los datos relevados por el INDEC evidencian que la leve reactivación de enero no logró sostenerse en febrero. Si bien el consumo en supermercados mantiene una variación positiva interanual, la tendencia apunta a una ralentización. En el caso de los mayoristas, la caída interanual de casi 10% marca un deterioro profundo, vinculado posiblemente a la caída en las ventas de pequeños comerciantes y a una mayor selectividad en las compras por parte de consumidores finales.

El fenómeno se enmarca en un contexto económico signado por la contracción del gasto real, la inflación acumulada, la pérdida de ingresos y una mayor cautela de los hogares. Aunque algunos rubros muestran dinamismo, especialmente los que fueron favorecidos por precios relativos atrasados o promociones, el consumo masivo continúa en declive.