
En una nueva audiencia del juicio por los Cuadernos, Ernesto Clarens declaró que les llevaba dinero “a Cristina y Néstor Kirchner o a sus secretarios”
El financista Ernesto Clarens, quien afirmó que entregaba dinero “a Cristina y Néstor Kirchner o sus secretarios”.

(misionesonline.net) El juicio por la causa Cuadernos retomó este martes su ritmo de audiencias con una sesión marcada por la lectura de las declaraciones de empresarios arrepentidos, entre ellos la del financista Ernesto Clarens, quien afirmó que entregaba dinero “a Cristina y Néstor Kirchner o sus secretarios”. La reanudación ocurrió en medio de fuertes presiones institucionales para acelerar un proceso que avanza lentamente desde su inicio.

El Tribunal Oral Federal 7 (TOF 7) reanudó las sesiones a las 13 y dio un paso clave al implementar un esquema de dos audiencias semanales —martes y jueves— para intentar agilizar un debate que abarca 86 imputados y 540 episodios de pagos ilegales registrados en el expediente.
Las declaraciones de Clarens y otros arrepentidos
En el tramo leído este martes, Clarens detalló el funcionamiento de la presunta red de recaudación ilegal de fondos vinculada a la obra pública.

“Me fui de la familia Gotti porque eran rehenes de los Kirchner… Sus dueños me decían que tenía que separar dinero para dárselo a Lázaro Báez, y éste —supongo— se lo daba a Néstor Kirchner”, declaró, según consta en la elevación a juicio.
También afirmó que, tras la muerte del expresidente, Cristina Kirchner intentó “salvar a Gotti”, y que parte del dinero era trasladado desde Aeroparque, incluso en bolsos que “entraron por la cocina” hacia El Calafate.
Más tarde continuó la lectura de la declaración de Víctor Gutiérrez, exsecretario de la Presidencia, quien describió tensiones internas y el trato hacia la entonces presidenta, en declaraciones de fuerte impacto político dentro del proceso.
La acusación sobre la expresidenta
La fiscalía sostuvo que las pruebas —incluidos los cuadernos de Oscar Centeno y los dichos de imputados colaboradores como Clarens y Claudio Uberti— ubican a Cristina Kirchner como “la jefa de la organización”, con capacidad decisoria sobre el circuito de cobro de coimas.
La investigación asegura que el dinero era entregado alternativamente en los domicilios de los Kirchner, en la Residencia de Olivos o en Casa de Gobierno.
Un juicio complejo y con presiones para acelerar
La magnitud del expediente derivó en discusiones sobre logística, carga laboral y disponibilidad de salas. La Cámara de Casación y el Consejo de la Magistratura reclamaron más velocidad y mejores condiciones edilicias, mientras que el TOF 7 defendió su autonomía y respondió con pedidos formales de recursos.
El tribunal insistió en que la modalidad virtual permitió iniciar el juicio sin demoras, aunque la Sala AMIA de Comodoro Py —propuesta para audiencias presenciales— recién estaría disponible el 10 de diciembre.
En paralelo, en la previa al reinicio, se confirmó el sobreseimiento de Enrique Pescarmona tras un informe médico que acreditó una incapacidad mental producto de una enfermedad neurodegenerativa.
Un proceso que recién empieza
Las primeras audiencias estuvieron dominadas por la lectura de imputados como Claudio Uberti, quien afirmó que “el día que murió Néstor Kirchner había más de USD 60 millones en el departamento de Juncal”, y Carlos Wagner, que describió el presunto uso de la obra pública como método sistemático de recaudación.
El TOF 7 enfrenta ahora el desafío de sostener un cronograma más exigente sin comprometer la independencia del tribunal. La lectura de la elevación a juicio podría finalizar el 2 de diciembre, dando paso a una etapa central con más de 600 testigos previstos.
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