(misionesonline.net) La reciente devaluación del peso argentino, que registró una caída de entre el 12% y 15% respecto al dólar, generó incertidumbre en la producción y el comercio. Según señalaron almaceneros y comerciantes de Posadas, los distribuidores de productos de consumo expresaron su preocupación por los aumentos de precios asociados a la suba del dólar, pero también se mostraron confiados en que la situación no escalaría como ocurrió en anteriores devaluaciones.

Este martes, el dólar oficial registró un aumento de 63 centavos, ubicándose en un promedio de $1.179,76 para la compra y $1.233,89 para la venta en las entidades financieras que publica el Banco Central (BCRA). Este aumento se da en el marco del nuevo esquema cambiario con flotación entre bandas de entre $1.000 y $1.400, que comenzó a implementarse luego de la eliminación del cepo cambiario para personas humanas.

A pesar de la volatilidad del tipo de cambio, el presidente de la centro de almaceneros, Ismael Ortigoza, manifestó que, por el momento, no se registró un incremento significativo en los productos que comercializan. “Esperemos que sea bien para todos. Nosotros, desde la centro, tenemos contacto directo con los proveedores y, hasta ahora, nos han informado que no hay aumentos inminentes”, sostuvo Ortigoza.

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Sin embargo, el presidente de la centro también destacó que, si bien algunos productos como la yerba aumentaron un 7% el mes pasado, la situación se mantiene estable para los almaceneros de barrio. Aunque explicó, que ya se abastecieron para el mes, por lo que no sintieron esta devaluación.

A pesar de este panorama controlado, Ortigoza reconoció que la situación sigue siendo delicada, ya que los aumentos en los costos de los insumos y productos podrían llegar a impactar en los precios de venta. Según comentó, algunos proveedores de alimentos como de yerba mate, como se mencionó con anterioridad, ya adelantaron aumentos pequeños, aunque no consideran que el impacto sea inmediato ni generalizado. “Lo más importante es que no hay faltante de mercadería y que se está trabajando con normalidad. Esperemos que la situación no empeore”, agregó.

Ismael Ortigoza, presidente de la Centro de Almaceneros.

Por otro lado, el mercado de productos no alimenticios también se está viendo afectado por la liberación del dólar. En este sentido, uno de los sectores que más ajustaron sus precios es el de la regalería, productos aromáticos y artículos de decoración. Un proveedor del rubro informó que sus precios aumentaron un 12% en promedio, debido a la relación directa entre los costos de los productos importados y el dólar oficial.

“Desde el viernes, el dólar subió un 12% y ya estamos aplicando esos aumentos a nuestros productos, en especial a aquellos que dependen directamente del valor del dólar, como las lámparas de sal, los atrapasueños tejidos y otros productos de defumación”, detallaron.

Este tipo de ajuste sería una respuesta a la devaluación, ya que muchos de los insumos que se utilizan para fabricar productos como los aromatizantes y artículos de regalería provienen del exterior o están atados a la cotización del dólar. Además, el comunicado del proveedor también subraya que algunos precios no se actualizaban desde hace varios meses, lo que hizo que los ajustes fueran inevitables en este contexto.

Consumo que se mantiene y la llegada de la Semana Santa

Sin embargo, en este escenario de aumento de precios en ciertos productos, Ortigoza destacó que el consumo no se vio completamente afectado. De hecho, señaló que la reactivación de la demanda en los almacenes de barrio ha sido notoria, aunque las compras se han ajustado a lo que realmente se va a consumir en el día.

“Lo que estamos viendo en los almacenes es que la gente compra productos de consumo diario, como el dulce de membrillo y el queso. También se ha reactivado la venta de productos de segundas marcas, que son más accesibles para los consumidores”, explicó Ortigoza.

Este fenómeno refleja un cambio en los hábitos de compra de los consumidores, quienes ahora priorizan los productos que realmente necesitan para su consumo inmediato, lo que también benefició a los pequeños almacenes de los barrios. En este sentido, Ortigoza destacó que los almaceneros de barrios, son los que más dependen de esta reactivación del consumo local, pues muchos de ellos no tienen el mismo volumen de ventas que los negocios de las grandes ciudades.

Mientras tanto, el dólar oficial, que sigue oscilando entre $1.000 y $1.400 en el mercado mayorista, dejó una marca significativa en la economía. Aunque el Banco Nación mantuvo el precio del dólar estable, este martes, a $1.180 para la compra y $1.230 para la venta, los comerciantes y distribuidores se ven obligados a ajustar sus márgenes para poder adaptarse a los cambios.

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