(fm893.com.a) La crisis yerbatera en Misiones, provocada por la desregulación del Gobierno nacional, dejó al descubierto una de sus postales más duras con la historia de Alejandro Cuz, productor de San Vicente, quien en un episodio cargado de dramatismo mostró hasta dónde puede llegar la desesperación cuando el trabajo de meses no recibe su pago: amenazó con prenderse fuego en el secadero tras reclamar infructuosamente el pago de su cosecha.Tras horas de silencio, decidió hablar por primera vez en FM Santa María de las Misiones donde reveló los motivos de su reacción. 

Cruz explicó que atravesó un año de angustia al no recibir la liquidación por miles de kilos de hoja verde entregados. “Estoy no sé como medio shockeado todavía porque uno nunca pasó por esa situación y bueno, lamentablemente los nervios y la desesperación lleva a un ser humano a tomar esa determinación”, relató. 

Posteriormente, indicó que la deuda por su cosecha lo llevó a una espiral de frustración en la que debió enfrentarse a promesas incumplidas y a reiterados engaños con cheques sin fondos.

Según narró, la cadena de incumplimientos comenzó en 2024 cuando entregó gran parte de su producción en un secadero de Salto Encantado y los documentos de pago empezaron a rebotar en los bancos.

“De enero a junio me dio un cheque de todo lo que había entregado. Hasta marzo los cheques por ahí anduvo depositando y los cheques empezaron a rebotar”, dijo.

 Esa situación lo obligó a asumir responsabilidades que no podía afrontar. Los comercios que habían recibido esos valores rechazados lo responsabilizaban a él, sin tener en cuenta que no contaba con liquidez suficiente para levantar esas deudas.

El productor aseguró que intentó agotar instancias de diálogo sin encontrar respuesta. En un momento decidió encadenarse frente al portón del establecimiento, en protesta por la falta de pago.

“Me encadené porque tampoco había una solución. Me dijeron que me iban a mandar la policía que me iban a sacar con la policía y reclamé que me manden preso si tengo que ir preso por pelear por mi sudor”, relató.

En esa oportunidad recibió finalmente un cheque al día que le permitió disponer de dinero en efectivo tras un año entero de espera, lo que a su entender demostró que había disponibilidad de fondos pero una decisión deliberada de no cumplir con los productores.

El desenlace de los últimos días fue aún más duro. Cuz contó que, luego de promesas de pagos semanales que nunca se concretaron, volvió a recibir cheques diferidos con fechas modificadas que le imposibilitaron resolver su situación. “Me volvieron a engañar”, aseguró. Sostuvo que esa dinámica de “manoseo” fue la que lo llevó a quebrarse emocionalmente y tomar la drástica decisión de amenazar con quitarse la vida frente al portón.

La policía intervino y lo detuvo en medio de la crisis nerviosa. El propio productor reconoció la actuación de las fuerzas de seguridad que lo contuvieron y trasladaron al hospital.

“Estoy agradecido con la policía de Salto Encantado, es que no pasó mayor en lo que estaba sucediendo”, dijo.

En ese sentido, Cuz admitió que recién después tomó conciencia de la magnitud de lo ocurrido. “Después que pasa la cosa uno no entiende lo que hizo en esa situación de nervios. Ojalá que se pueda resolver pronto”, expresó.

Un pedido de ayuda

Durante la entrevista, Cuz reveló que no solo se trataba de un reclamo económico sino de una cuestión de supervivencia familiar. Expresó que depende íntegramente de la yerba mate y que, además, tiene un hijo con retraso madurativo que requiere atención especial.

“Nosotros somos productores, vivimos de la yerba, no tengo otra alternativa para sustentar la familia y los gastos”, manifestó con dolor. Por ese motivo insistió en que el dinero que reclama es la base para cubrir necesidades básicas de salud y vivienda.

Durante la entrevista, el colono pidió acompañamiento y asesoramiento legal porque no dispone de medios para iniciar acciones judiciales. “Si alguien me puede dar una mano, cómo yo puedo solucionar ese problema, porque ya plata no tengo como para pagar a un abogado, no tengo recursos”, manifestó.

El productor aseguró que sus denuncias destaparon un problema mucho más amplio que afecta a numerosos colonos de la región. Comentó que existen decenas de casos similares y que las deudas de la empresa con diferentes acopiadores alcanzan montos millonarios. “Es impresionante la cantidad de cheques emitidos sin fondo”, advirtió. Por eso llamó a otros afectados a presentarse en la Justicia y formalizar denuncias por estafa.