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“Notamos un aumento de los infartos desencadenados por estrés y ansiedad”

Así lo indicaron ayer las licenciadas en enfermería Elizabeth Porral y Daiana Blanco, ambas de la Unidad Coronaria del Madariaga e integrantes del comité organizador de la II Jornada de Enfermería

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(primeraedicionweb.com.ar) Médicos cardiólogos, residentes de cardiología, licenciados en enfermería y estudiantes de enfermería se dieron cita ayer en la II Jornada de Enfermería Cardiológica, cuyo principal objetivo fue unificar criterios en el abordaje de la salud del corazón, especialmente en la prevención.

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Tenemos que controlar la salud coronaria en forma periódica y no dejar pasar un dolor de pecho, pues esto es motivo de consulta urgente al hospital o cualquier centro de salud, porque si está cursando un infarto y recibe una atención temprana, tiene menos riesgo de quedar con secuelas”, indicó a PRIMERA EDICIÓN la presidente de la II Jornada de Cardiología, licenciada en enfermería Elizabeth Porral.

                                                                                

Recordó que el Hospital Madariaga cuenta con una sala de hemodinamia “que permite atender al paciente ni bien llega y, si requiere perfusión de sus arterias, se hace de manera rápida. La respuesta rápida y oportuna es muy importante y nosotros contamos con un gran equipo de cardiólogos y enfermeros en la sala de hemodinamia y en la Unidad de Cardiología”, destacó.

                                                                            

Para la licenciada en enfermería Daiana Blanco, secretaria general de la Jornada, “después de la pandemia de COVID-19 se incrementó mucho el número de pacientes con patologías cardiovasculares, generalmente como consecuencia del aumento de casos de ansiedad”.

La alimentación saludable y la actividad física periódica permiten prevenir enfermedades, incluidas las del sistema circulatorio, pero no son infalibles ante el estrés crónico.     

              

Últimamente vemos gente más joven en la Unidad Coronaria, e incluso personas que practican deportes en forma regular llegan con infartos. Es que también el estrés y la ansiedad inciden como factores desencadenantes de infartos; porque no solo la alimentación y la actividad física son factores de riesgo”, destacó.

 

Un control anual, como mínimo

Según coincidieron las especialistas, “las personas menores de 40 años deberían hacerse un control con el cardiólogo para conocer el estado de su corazón” y, a partir de los 40 años, “se recomienda un control anual como mínimo porque los factores de riesgo aumentan”.

Sin embargo, muy pocas personas mayores de 40 años realizan este control. “Hay poca adherencia y falta información sobre la prevención de las enfermedades del corazón. Por ejemplo, mantener el colesterol a niveles normales ayuda a prevenir numerosas patologías cardiovasculares porque disminuye el riesgo de taponamiento de arterias”, remarcaron.

En los hechos, la mayoría de los pacientes que llegan a la Unidad Coronaria con un infarto no se hicieron controles previos: el episodio los “sorprendió”.

ALTÍSIMA CONVOCATORIA. El cupo máximo de inscriptos -300- a la Jornada de Enfermería Cardiológica se completó en un solo día.

 

Manejo del paciente

Consultadas sobre los principales criterios comunes entre médicos y enfermeros, señalaron que “cuando un paciente acude con dolor de pecho, el personal de enfermería debe realizar un electrocardiograma en forma urgente y actuar articuladamente con el cardiólogo”.

Además, subrayaron la importancia del manejo integral del paciente, ya que “normalmente está ansioso y hay que tratar de calmarlo; a veces incluso llega solo a la guardia”.

Actualmente, en el Servicio de Cardiología del Madariaga trabajan 23 profesionales entre médicos y enfermeros. “Trabajamos a cama caliente, se va un paciente e ingresa otro, además los jueves y viernes tenemos cirugías cardíacas”, detallaron.

Las especialistas coincidieron en que hay momentos del año donde aumentan los accidentes cardiovasculares, como después de los fines de semana y en las previas de las fiestas de fin de año.

 

“Muchos vuelven a su vida normal, sin secuelas”

María Ojeda, enfermera de la Unidad Coronaria, explicó que “somos parte de la Terapia Intensiva, pero abocados a pacientes cardiológicos. Es un área crítica donde muchas veces el paciente ingresa con un infarto avanzado; primero pasa por hemodinamia y luego lo bajan a la Unidad Coronaria”.

Tratamos de dar a los pacientes un trato humanizado, y verlos agradecidos por la atención es muy satisfactorio”, señaló.

Según su experiencia, “muchas personas logran volver a su vida normal, sin secuelas graves, después de sufrir un infarto”.

María, una de las enfermeras más antiguas del servicio (en hemodinamia trabajan 5 enfermeros y en la Unidad Coronaria 22), también destacó la importancia del control anual:
La mayoría de nuestros pacientes con infarto agudo no se habían hecho controles previos. No tenemos agendado eso del control periódico del corazón, por eso es necesario concientizar más sobre prevención y control”.

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