(primeraedicionweb.com.ar) La primera consagración en el máximo certamen continental resultó un gran desahogo para los riverplatenses, que venían de acumular importantes decepciones en las definiciones de 1966 ante Peñarol y 1976 frente a Cruzeiro.

Pero la tercera fue la vencida, aunque para ello hubo que esperar otra vez una década.

El 29 de octubre de 1986, el equipo que por entonces conducía Héctor Veira derrotó 1-0 a América de Cali en el Monumental y, con el 2-1 que había conseguido en la ida en Colombia, se aseguró el título más esperado por sus hinchas.

La sequía que había comenzado luego del Torneo Nacional 1981 se había cortado ya con la obtención del Campeonato de Primera División 1985-1986 y el año soñado se terminaría coronando con las conquistas de América y del mundo.

Ese River se caracterizó por forjar el carácter copero que tanto había buscado y logró el objetivo con un plantel que combinó experiencia y juventud, con una defensa sólida, capitaneado por Américo Gallego, conducido por un ya veterano Norberto Alonso y con el aporte fenomenal de los goleadores Antonio Alzamendi y Juan Gilberto Funes.

El festejo del “Beto” Alonso

En el camino, los del Bambino eliminaron en la primera fase a Montevideo Wanderers, Peñarol y Boca, mientras que en la segunda se sacaron de encima a Barcelona de Ecuador y al campeón vigente, Argentinos Juniors, tras un intenso desempate que se definió en cancha de Vélez.

La final resultó menos compleja de lo esperado porque la victoria de visitante facilitó el trámite. En Núñez no se podía escapar y, en aquella noche lluviosa, se concretó la obtención del trofeo que faltaba en las vitrinas.