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Urrutia: “Colapinto es una gran oportunidad para la yerba misionera”
Juan Urrutia, empresario yerbatero, apasionado del automovilismo y convencido de que la tradición de la yerba mate puede llegar a cualquier rincón del planeta de la mano del piloto argentino de Alpine
(economis.com.ar) En el mundo del automovilismo, las conexiones son clave. A veces, un simple vínculo puede derivar en una alianza inesperada que trasciende lo deportivo. Así fue el caso de Yerba Mate Natura y Franco Colapinto, el joven piloto con una proyección internacional impresionante. Detrás de esta historia está Juan Urrutia, empresario yerbatero, apasionado del automovilismo y convencido de que la tradición de la yerba mate puede llegar a cualquier rincón del planeta de la mano del piloto argentino de Alpine.
“El automovilismo muchas veces te deja amigos, enemigos, contactos”, reflexiona Urrutia, representante de la nueva generación de una familia con larga tradición en Oberá. “Uno de ellos fue el coach de Franco cuando era chico, cuando recién arrancaba. También fue mi coach cuando corrí a nivel nacional. Hicimos una gran amistad y, a través de él, pudimos hacerle llegar a Franco la intención de patrocinarlo y acompañarlo en este inicio de su carrera como piloto profesional”.
Así nació una relación comercial que va más allá de lo contractual. Natura no solo se convirtió en un sponsor de Colapinto, sino en un aliado estratégico que lo acompaña en la élite del automovilismo mundial, donde también juegan gigantes, como Mercado Libre e YPF.
El vínculo entre Colapinto y la marca misionera no es una simple cuestión de marketing. “Franco se convirtió en el embajador de la marca”, asegura Urrutia. “Nos gustó mucho que él defienda que el mate es sin azúcar y que enseñe a tomarlo correctamente. Es una persona instruida en la tradición y eso nos entusiasmó”.
Juan Urrutia junto a Franco Colapinto en una cena en Buenos Aires.
La imagen del joven piloto con su mate en el paddock de la Fórmula 1 no solo representa un estilo de vida, sino una reivindicación de la cultura argentina en uno de los escenarios más prestigiosos del mundo.
El acuerdo con Colapinto trasciende las estructuras de los equipos. “Nosotros somos sponsors de Franco, no de su escudería”, aclara Urrutia. “Lo acompañamos donde él vaya, sea Williams, Alpine o cualquier otra escudería en el futuro”. Esto garantiza que la marca tenga presencia constante, independientemente de los cambios en la carrera del piloto.
El efecto Colapinto no tardó en manifestarse en las ventas. “Todo lo que está de moda genera interés comercial”, explica Urrutia. “Tener la ‘yerba de Colapinto’ es un atractivo que nos facilitó la apertura de cuentas y el ingreso a nuevos mercados. Este año vamos a aprovecharlo y explotarlo mucho más, ya que el año pasado se dio de manera muy repentina”.
La estrategia de la empresa ya está rindiendo frutos. “Ingresamos a supermercados de Buenos Aires”, confirma Urrutia. “El hecho de asociar la marca a una persona tan reconocida es un atractivo para las cadenas. Nos facilita el ingreso y la posibilidad de ofrecer otros productos de excelente calidad y precio, cerrando un negocio redondo”.
Para Natura y Sanesa, la alianza con Colapinto significa también poder pelear porciones mayores del mercado. Aunque la familia Urrutia tiene un nombre propio en la industria yerbatera, Sanesa -Sociedad Argentina Nuevos Emprendimientos S.A- tiene una historia más reciente. Fundada en 1992 por los hermanos Eugenio, José, Máximo, Francisco y Enrique Urrutia, es una empresa familiar y en la actualidad tres de los cuatro hijos del ex piloto Quique Urrutia cumplen distintos roles en la organización. La firma desempeña su actividad en el rubro Infusiones, ya sea con destino al mercado interno como exportación y desarrolla marcas propias de varios de las principales cadenas de supermercados del país.
La yerba “Natura”, en su versión Selección Especial es elaborada en Oberá. Aunque no es orgánica, se destaca por su sabor y calidad, y es la preferida de Colapinto, quien no se despega de su termo en ninguna competencia.
Pero el mundo de la yerba mate está en plena metamorfosis. La desregulación del sector cambió las reglas del juego. “Antes había una expectativa inflacionaria constante y se compraban grandes volúmenes”, cuenta Urrutia. “Hoy, los supermercados bajaron la cantidad de compra y piensan más en la venta real. Además, los precios se ajustaron, por lo que el mercado está más acotado y competitivo”.
En ese contexto, Natura busca consolidar su lugar. “Estamos en un eslabón intermedio, con una excelente relación calidad-precio. Competimos con muchas marcas y buscamos consolidarnos con un público fiel”.
El caso de Natura y Colapinto podría marcar un precedente en la relación entre el mate y los deportes de alto nivel. “Buscamos enfocar la marca en un público joven y vinculado al bienestar”, afirma Urrutia. “Franco transmite valores de espontaneidad y autenticidad que encajan muy bien con el perfil de Natura”.
Incluso otras marcas han comenzado a incursionar en estrategias similares. “Lo de la yerba Cósmico es para destacar”, dice Urrutia sobre el fenómeno creado por influencers. “Lograron comunicar, posicionar y vender un producto solo con redes sociales y su influencia. Nos deja enseñanzas sobre cómo hacer publicidad y llegar al consumidor de nuevas maneras”.
La familia Urrutia tiene más de 60 años de trayectoria en la producción y elaboración de yerba mate. Sin embargo, la marca Natura es relativamente nueva, con apenas seis o siete años en el mercado. “Otras marcas llevan más de 100 años, así que sabemos que estamos construyendo nuestro camino paso a paso”, reconoce.
Pero el crecimiento de la empresa no se detiene. “En la envasadora Sanesa tenemos alrededor de 150 personas en época de alta producción. Elaboramos yerba, mate cocido, té negro, té verde e infusiones. Además, hacemos marcas propias para supermercados”, detalla.
El mercado de la yerba mate enfrenta desafíos constantes. “El precio de la yerba se regula por la oferta y la demanda”, señala Urrutia. “Si hay demasiada producción, el precio baja. En los últimos cuatro años hubo escasez, lo que hizo subir los precios. Ahora, con tantas nuevas plantaciones, es esperable que haya más oferta y el precio se regule solo”.
Mientras tanto, Natura sigue su camino en un mercado cada vez más competitivo, con la convicción de que la tradición del mate puede llegar a todos los rincones del mundo, incluso al exclusivo paddock de la Fórmula 1. “Esperamos que en algún momento Franco pueda visitar Misiones y la planta. Es una tarea pendiente que nos gustaría concretar“, anticipa Urrutia.