(elterritorio.com.ar) Marcelo “Nanico” Muller llegó a Oberá custodiado por personal de la UR XI de Aristóbulo del Valle. Será indagado por el juez Pedro Piriz. “El ser humano sin Dios, puede convertirse en una bestia”, opinó el pastor Carlos Lengert durante una marcha por justicia para Fabiana.

Bajo un fuerte operativo de seguridad a cargo de personal de la Unidad Regional XI, esta mañana Marcelo “Nanico” Muller (35) fue trasladado desde la comisaría de 25 de Mayo hasta el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá para ser indagado por el juez Pedro Piriz.

El citado está acusado del atroz crimen de Fabiana Sirino, de 8 años, registrado el último viernes en 25 de Mayo. Según determinó la autopsia, la pequeña fue víctima de abuso sexual y 13 puñaladas que le costaron la vida. Un corte en el cuello fue la herida mortal, pero la chiquita tuvo tanta fortaleza que alcanzó a nombrar a su agresor: “Fue Nanico”, repitió agonizante.

Su testimonio permitió identificar y detener a Muller, un vecino de la víctima en el barrio Paraíso. Así, a partir del testimonio de la propia chiquita y otros indicios, para la Policía el horrendo crimen está resuelto y el acusado afrontaría la pena de prisión perpetua.

“Nanico siempre fue diabólico, una persona maldita”, opinó un vecino de la zona donde ocurrió el hecho, quien conoce a la familia de la víctima y al implicado. Muller es una persona de baja estatura, mide menos de 1.40 metro, aunque lejos está de ser dócil, más bien todo lo contrario, lo que se habría potenciado con el consumo de alcohol y drogas.

“Él tenía un grupito y andaba siempre en patota. Es enano, pero siempre fue medio el líder. Estuvo varias veces metido en problemas y peleas, pero lo que hizo ahora supera todo lo imaginable”, indicó.

Dolor y marcha

Ante la conmoción por el crimen, el último sábado unas 150 personas acompañaron a los padres de Fabiana en una marcha convocada para pedir justicia y el esclarecimiento del brutal crimen. Los manifestantes se congregaron en la plaza frente a la comisaría local portando carteles y pancartas y marcharon en un silencio que, literalmente, se hacía escuchar entre llantos.

El pastor Carlos Lengert, al dirigirse a los presentes expresó que “es grande el dolor, grande la indignación, grande el pesar por esto tan triste y lamentable que le pasó a esta pequeña”, agregando que “el ser humano sin Dios, puede convertirse en una bestia”.

Además, instó: “Recurramos a nuestro Señor para que nos de la fortaleza para superar este momento”.

A su turno, el Pastor de la IERP Emiliano Torres dijo que “ahora es un tema de la justicia, pero la presencia de cada uno de nosotros es el apoyo que necesita la familia”. “Lo que hoy estamos haciendo es una muestra de contención y de apoyo a la familia de Fabiana, para que la familia no se sienta sola”, remarcó.

Por su parte, el intendente Omar Wdowin opinó: “No es fácil expresarnos en este momento”. Visiblemente quebrado, dijo que “lo que tenemos que pedir es justicia, estuvimos acompañando a la familia y hemos visitado a la familia con el procurador de Justicia de la provincia para que esto se aclare como corresponde”.

“Realmente es lindo ver a tanta gente, esto significa que la gente del pueblo está preocupada y que no quiere que ocurra más esto”, concluyó.